Como en todas las empresa disponemos de un espacio de trabajo para nuestro equipo. Sin embargo, como empresario y emprendedor, por diversas circunstancias en un muchas ocasiones me veo obligado a trabajar desde casa. Por supuesto que trabajar desde casa tiene enormes ventajas, pero no siempre es tan fácil como parece.
Personalmente me siento muy cómodo al trabajar desde casa porque he establecido mis rutinas y dispongo de todos lo medios necesarios para poder desarrollar mi trabajo.
También es cierto, que para muchas personas la comodidad que brinda trabajar desde su propio hogar supone un problema para su productividad. Se vuelven menos productivas. Quizá no tienen la disciplina necesaria, no han sido capaces de establecer unos nuevos hábitos o no disponen del espacio y las herramientas necesarias.
En cualquier caso, con un poco de esfuerzo y aprendizaje se pueden dominar las nuevas situaciones, manteniéndose igual de productivo que al trabajar en la oficina e incluso más.
Estas son algunas pautas que se pueden usar para mantener la productividad en el trabajo.
Crea un espacio de trabajo
Cada casa es un mundo, pero dentro de las posibilidades individuales se debe establecer y configurar un espacio de trabajo dedicado. Un espacio exclusivo para que sea la oficina en casa. Esto puede ser simplemente una mesa y una silla cómoda en una habitación. Preferiblemente que no sea en el propio dormitorio para que haya una diferencia muy clara entre descanso y trabajo.
La idea es no estar cambiando todos los días o cada poco tiempo el espacio de trabajo. Elige el sitio donde te encuentres más cómodo y lo puedas tener todo a mano.
Posibilidad de aislamiento
Es habitual que al estar trabajando en casa existan distracciones. Puedes que vivas en un piso compartido con algún amigo o compañero; tengas pareja e hijos. Es normal que te distraigas con peticiones o conversaciones. Situaciones cotidianas como pueden ser: poner la lavadora, ir a la farmacia a por aspirinas o sacar con urgencia a tu mascota, son pequeñas distracciones que pueden mermar tu productividad.
Es necesario que fijes unos límites con las personas, tanto física como digitalmente. Te en cuenta que no es necesario que cumplas todo lo que te piden y digas siempre que sí a todo. De la misma forma que eres capaz de respetar el tiempo de los demás, las otras personas también deben ser conscientes que deben respetar el tuyo.
También establece ciertos límites para responder llamadas de teléfono, contestar a los grupos de Whatsapp o correos electrónicos. Por supuesto, debes distinguir entre lo urgente y lo importante.
Establece tus propias rutinas
Seguro que has leído que la gran mayoría de los directivos de empresas y empresarios de éxito tienen una rutina diaria similar. Claro que existen excepciones, pero las rutinas matutina son súper importantes para que el resto del día marche sobre ruedas.
Cuando trabajas en una oficina convencional ya tienes los hábitos y rutinas gradabas en tu subconsciente. De un entorno a otro pueden diferir un poco, sobre todo en el horario, pero siempre siguen un patrón preestablecido y se cumplen fácilmente.
Cuando el trabajo lo realizas desde casa, debes establecer tus propias rutinas y acatarlas como si estuvieras en la oficina de la empresa con el resto de tus compañeros.
Es importantísimo que desarrolles los hábitos y rutinas correctas, que seas exigente con su cumplimiento para que te adaptes a la nueva situación de teletrabajar y sean compatible con tu vida en casa.
Los nuevo hábitos no deben suponer un shock con respecto a tu trabajo en la oficina, porque puede que debas compaginar ambas situaciones.
El objetivo de TuCalendi es hacer que tu trabajo y el de tu empresa sea más productivo, esté mejor organizado, puedas disponer de más tiempo y que tus clientes tengan una gran experiencia.
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